Escribe desde Taiwan
Fernando Rey Boullón
Millones de años antes de que los hombres existiéramos había incontables especies vivientes, de formas, tamaños y características propias. Sin embargo, no había ni mentira, ni maldad, ni ignorancia, ni muchas otras cosas que surgen de la mano de los hombres.
Por eso se me ocurre pensar que:
El hombre es el padre de la mentira, por carecer de amor por la verdad
El hombre es el padre de la duda, por carecer de decisión
El hombre es el padre de la incertidumbre, por carecer de raciocinio
El hombre es el padre de la ignorancia, por carecer de aprendizaje
El hombre es el padre de la casualidad, por carecer del conocimiento de las causas
El hombre es el padre del misterio, por carecer de perseverancia en la investigación
El hombre es el padre del romance, por carecer de sentimientos duraderos
El hombre es el padre de la acusación, por carecer de amor al prójimo
El hombre es el padre de la maldad, por carecer de sensibilidad social
El hombre es el padre de los celos, por carecer de solidaridad
El hombre es el padre de la estupidez, por carecer de inteligencia
El hombre es el padre de la discriminación, por carecer del conocimiento de sí mismo
Desde luego que no podemos olvidar a todos los otros hombres que nos han dado el conocimiento de aquello que es valioso, honorable y duradero.
Este es un texto flexible, en el que se pueden quitar y agregar palabras en base a la propia experiencia. No es una declaración rígida o abstracta, es más bien un punto de partida para la sabia observación.
Para aquellos con ojos detallistas, habrán notado que son solamente “carencias” y no ausencias. Todos sabemos lo que ocurre con la carencia cuando se acerca la mano gentil del hombre lleno de sabiduría. Entonces podríamos pensar que si estos hombres y, por supuesto, dulces mujeres, se acercaran con la canasta llena de valores, llegaríamos a transformar a estos pequeños hombres tan carentes de todo, en aquellos que son la alegría del Universo. Hombres llenos de todos los valores que son tan necesarios y que nos llenan de alegría al conocerlos.
Así mismo podríamos reemplazar las carencias con una sola y única palabra: AMOR.
El Amor es motivo y causa de todas las cosas. Por lo tanto, si dijéramos, luego del primer párrafo:
El hombre debe amar las decisiones y sus desafíos
El hombre debe amar a la razón
El hombre debe amar el aprendizaje.
El hombre debe amar la búsqueda de las causas.
El hombre debe amar la perseverancia.
El hombre debe amar con sentimientos duraderos.
El hombre debe amar al prójimo, a la solidaridad, la inteligencia y el conocimiento de si mismo.
Si hiciéramos estas cosas, estaríamos muy cerca de la meta.
Pero, ¿cómo persuadir a estos hombres tan carentes de todo y que, al mismo tiempo, están tan llenos de la nada, del vacío de las cosas que solamente lo satisfacen brevemente?
Todo ojo queda atrapado ante la seducción, toda mirada se vuelve hacia aquello que es atractivo; así como los Conejos corren detrás de la zanahoria, pero aun la lenta Tortuga corre detrás del zapallito y la lechuga fresca, deberíamos vestirnos de todo aquello que es atractivo.
Vestirnos con las ropas del puro Amor y vestirnos del sabio conocimiento, volar rodeados de las dulces notas de la música que suben al cielo desde los instrumentos. Vestirnos de danzas, de ciencias. Vestirnos de imaginación y llegar a la luna sin levantarnos del suelo. Vestirnos de palabras sabias y de consuelo.
El hombre ha sido padre de la injusticia al ponerse a sí mismo en el lugar del Supremo.
Con paz y misericordia por todos ellos, comencemos cada día con Amor y esperanza.
Ricardo Gómez ricardomardel@yahoo.com.ar
Excelente reflexión de Fernando Rey Boullón y subrayo el siguiente párrafo: «Entonces podríamos pensar que si estos hombres y, por supuesto, dulces mujeres, se acercaran con la canasta llena de valores, llegaríamos a transformar a estos pequeños hombres tan carentes de todo, en aquellos que son la alegría del Universo. Hombres llenos de todos los valores que son tan necesarios y que nos llenan de alegría al conocerlos.» Ya que desde hace unos años estoy trabajando en la propuesta del Operativo Valores y Virtudes con el fin de mejorar día a día nuestra calidad de vida en todos los aspectos. Con permiso lo comparto en la página http://www.facebook.com/operativovaloresyvirtudes Abrazo!
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Te comento, Juan, que la página de Valores y Virtudes está en el blogroll en la página principal de «Unificacionistas» Gracias por pasar.
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Amor es el del marido que se pone el delantar y lava los platos, jajaja, pero antes cocina. Amor es el del aquel papá que levanta temprano y prepara el desayuno para los hijos que deben ir a la escuela, y le lee HDH mientras ellos tomas el desayuno. Amor, es el del aquel marido que le prepara el desayuno a la esposa antes de ir trabajar, pero más amor es el de la esposa que va a trabajar.
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Seria bueno tener una de esas esposas…
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